viernes, 21 de octubre de 2011

De la Masía, o lo importante que es tener un sello

En el día de ayer el F.C Barcelona abrió al mundo las puertas de su nueva Masía. Más vanguardista que el clásico hogar pero con los mismos códigos. 32 años después, los niños blaugranas dicen adiós al viejo caserío que rezumaba tradición para pisar el pulcro suelo y entrar en el  tecnológico, luminoso y amplio centro de formación Oriol Tort.

Hoy es viernes, algunos equipos del fútbol base nacional se encontrarán entrenando, otros descansando. Estamos a pocas horas de volver a disfrutar de otro fin de semana más del fútbol más puro, dónde los niños tratan de imitar sin maldad las genialidades de sus ídolos.

Poco a poco iremos conociendo las facilidades del centro de formación que el F.C Barcelona ha construido en plena Ciutat Esportiva. La Masía no volverá a ser una residencia de cracks pero eternamente será su emblema. Porque el término Masía estará en el alma de los futbolistas blaugranas en ciernes. Los códigos de la cantera culé ya no estarán entre cuatro paredes. El F.C Barcelona ha conseguido que  valores de la Masía aparezcan cuando el balón corre.

La imagen de la Masía va a pasar de ser un viejo caserón dónde los chavales vivían protegidos por su club. A ser el estilo Barça, dónde los chicos disfrutan a través del pase, emulan a las generaciones pasadas, y dicen ¡Hop!para pedir la pelota, construyendo juntos la victoria.

Lo importante de  imponer un estilo, es crear una imagen. Hoy por hoy, de la Masía, un edificio y unos valores, han germinado tantas semillas que el F.C Barcelona es un bosque reconocido por todo el mundo.

Aquí en Madrid, el sábado desde las nueve de la mañana se volverá a jugar. Todas las canteras saldrán con su escudo a ganar.

El Atlético de Madrid con su vivero de equipos. De Amorrortu a Aguilera buscan su identidad. Setenta y nueve, entre el fútbol base, la Escuela y el Atlético Metropolitano.  El Centro Amanecer, en Alcorcón, cuida a sus chicos que no son de Madrid.

Al otro lado del río, el Real Madrid sigue sin poner en marcha su proyecto de residencia dentro de la Ciudad Valdebebas, prometida su inauguración desde 2009. En lo deportivo, la cantera cosecha títulos, reúne talento pero no vende bien su imagen. El ascensor parece averíado, no sube nadie de la planta baja a la azotea del primer equipo. Los inquilinos de la Fábrica prefieren abandonar su morada y encontrar su sitio en otro lugar. Algunos, como Callejón, Granero y Arbeloa, pasados un tiempo se convierten en hijos pródigos.

Leyendo a Alberto Giráldez, director de formación del club, el estilo del Real Madrid, y observando las oportunidades que se les dan es la exigencia. "Un jugador siempre compite contra sí mismo, para ser cada día mejor, compite contra sus compañeros, para jugar él porque si no juega otro y en el fin de semana compite contra el rival".

En Vallecas tenemos la cantera más prolífica del momento. Con dificultades económicas y estructurales el Rayo Vallecano, por el corazón de sus formadores plantan cara a los grandes, en ocasiones les vencen y convierten en futbolistas del primer equipo a los jugadores que ellos crían en sus valores. La humildad, la entrega y la constancia.

En el sur de Madrid encontramos el último caso de cantera de Primera División, el Getafe C.F. Junto al Granada, el único equipo que no tiene canteranos en su equipo. Y no será porque no produce ni forma futbolistas. Dan molde a 28 equipos. Cariño se le pone pero falta valentía. Quizás no entiendan el trabajo de cantera como una inversión deportiva porque es el único equipo de la Comunidad de Madrid, de los que están la Primera División, que consideran a sus chicos (desde prebenjamínes hasta juveniles) como jugadores de elite en miniatura. Tan sólo a partir del segundo año de cadetes, el canterano azulón viste con los mismos ropajes que sus cracks de la primera plantilla.

El Barça abre su nueva Masía. Todo el mundo podrá estudiar, previo pago, como enseñan y aprenden la "ciencia del fútbol" en el idioma culé. Mientras tanto mañana. sábado, veremos disfrutar, sonreír, ganar, perder y aprender de la vida alrededor de un deporte llamado fútbol.

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